Nací, se podría decir en medio del bullicio de platos, ollas, aromas, cervezas, vinos y clientes. La sala del restaurante que regentaba mi madre cuando yo era pequeña, era mi patio de recreo, donde hacía los deberes y miraba la televesión al tiempo que veía cambiar los barriles de cerveza, descorches de botellas de vino y el pase de los platos con esos aromas de guisos y producto que mi madre siempre ha preparado de forma generosa, sencilla y honesta.

Me encantaba ver las sonrisas de los clientes y esa satisfacción en el rostro de todo el equipo, por el trabajo bien hecho. Muy tempranamente ese entorno y esa energía me cautivó para siempre.

Me apasiona mi trabajo y aunque lo he complementado con estudios de Administración y estudios de Biología en la Universidad de Alicante, siempre tuve claras mis raíces y para lo que nací, el servicio al cliente, su sonrisa y el sentimiento de haber aportado felicidad, aunque efímera, a los comensales.